Una Verdad Universal


El espacio es para Mónica Dixon  una presencia y una ausencia. También es el instrumento que maneja con precisión hábil para desafiar nuestras ideas y la percepción de nuestras identidades individuales.


En "una verdad universal", Dixon explora la dicotomía entre lo que somos y lo que no somos. Para ello, toma una serie de imágenes aparentemente  simples y nos obliga a considerar la división entre el espacio físico de la casa - una estructura que damos por sentado - y la construcción social de un hogar. A través de una hábil manipulación del espacio y la luz, construye un mundo sin tiempo, deshabitado por el hombre o la máquina.


Sus lienzos exteriores representan estructuras pintadas con minucioso detalle. Los metafísicos  paisajes de Dixon parecen reposar tranquilamente en vastas llanuras, al borde de anónimas carreteras interestatales. Como contrapunto, sus interiores representan escaleras y pasillos, espacios  desolados  desprovistos de detalles, marcando  el contexto que diferencia una casa de un hogar.


Por lo tanto, Dixon crea una disonancia mediante la transformación de lo familiar a lo desconocido, destacando la casa como recipiente para nuestras distintas identidades contra la  necesidad primaria de la búsqueda de refugio. A través de esto, nos invita a considerar como propia la comprensión de lo que un hogar es y significa, a reflexionar cómo somos nosotros, los individuos, los que damos forma a los espacios que habitamos y viceversa.


Porque quitando los objetos que dan sentido a nuestra vida, no nos deja otra opción que mirar introspectivamente para llenar los espacios vacíos que parecen percibirse. Es esa  búsqueda constante de pertenencia y aceptación la que nos motiva.

 

Benjamin NG - Co-fundador de la Galería de Arte Barnadas-Huang (Singapur)

Texto para el catálogo de la exposición 'Una Verdad Universal' - Galería de Arte Barnadas-Huang (Singapur) Abril 2014