Figuración realista

El Norte de Castilla, Marzo 2007

La pintora Mónica Dixon indaga en la luz en sus cuadros de zapatos e interiores expuestos en la galería de Marietta Negueruela

Fernando Caballero, Palencia

La pintora Mónica Dixon, que nació en Estados Unidos pero reside en Oviedo, presenta en la galería Marietta Negueruela su primera exposición individual en Palencia. En la misma sala ya se habían expuesto cuadros suyos en muestras colectivas, por lo que su obra no es del todo desconocida. Ya se conocia su preocupación por la luz utilizando un lenguaje figurativo clásico, en algunas partes realista, aunque ella quiere huir del hiperrealismo.

Esa preocupación por la luz es patente en toda su obra. Las luces y las sombras se convierten en su principal motivación plástica. La pintora busca para resolver esas inquietudes en torno a la luz espacios interiores y composiciones, naturalezas muertas donde el principal elemento es el zapato, objeto que se repite en la exposición.

Mónica Dixon, cuya formación académica es muy sólida, con estudios en centros de Estados Unidos, es una gran pintora. Una pintora con una técnica excelente, con un manejo exquisito del dibujo y una muy conseguida paleta cromática. La precisión con que dibuja los pares de zapatos es extraordinaria y el lustre que poseen resulta encomiable. Partiendo de este buen hacer pictórico, solo queda tener claro lo que se quiere, y esta pintora incide en los aspectos de la luz, alcanzando obras de una lucidez sensacional como "Pasillo", donde los puntos de luz proceden de los extremos, o el "Estudio con zapatos", donde la luz parte de un potente paño blanco que ilumina tibiamente el espacio de trabajo de la pintora. O el "Estudio con espejo y botas", un cuadro monocromo donde los matices que diferencian los blancos, negros y grises se combinan con una composición soberbia.

La frialdad aparente de estos cuadros -donde priman zapatos y otros objetos domésticos- se diluye en la técnica impecable que emplea y sobre todo en la forma de abordar el dialogo constante entre la luz artificial y la natural. Los zapatos adquieren un orden dentro del desorden, como se evidencia en el montón que pinta. Ella tiene preferencia por los viejos y raidos, pero no descarta pintar los nuevos con más color.

Los interiores que pinta Mónica Dixon poseen una atmosfera misteriosa, como "Café Dolar", donde una mujer lee con discreción un periódico extendido sobre la mesa. La pintora no busca el detalle, sino las referencias figurativas mínimas para crear sensaciones, referencias que tienen en el uso inteligente de los recursos de la luz su principal soporte plástico, además de la técnica correcta, pulcra y limpia.

Los cuadros de Dixon, especialmente los interiores y las figuras, afligidas como la mujer mayor frente a la galería, poseen una atmosfera abierta similar a la del pintor Hopper que se encuentra dentro de las influencias de la pintora que expone en la sala Marietta Negueruela de Palencia.