M. Dixon, ventanas abiertas

La Voz de Asturias, 23/05/2009  

Luis Feas Costilla

Es la segunda vez que Mónica Dixon expone individualmente en la sala Murillo de Oviedo, después de compartir espacio con Bernabé Fernández Llana, a quien le une el interés común por los efectos de contraluz, más acusados, deslumbrantes y urbanos en el caso del pintor de Valduno, más sosegados, íntimos y recogidos los de la joven pintora de Nueva Jersey, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Rutgers. Aunque norteamericana de nacimiento y educación y por parte de padre, Mónica Dixon Gutiérrez de Terán es asturiana por parte de madre, vive en Oviedo y en Asturias ha desarrollado la mayor parte de su carrera artística, desde que realizara su primera exposición individual en la Casa de Cultura de Salas en 1994, al tiempo que exponía en algunas colectivas en Filadelfia.

Desde entonces, se ha ido convirtiendo en una artista de los pies a la cabeza, que ha pasado de pintar botas y zapatos como registro del acontecer en el mundo a hacer interiores mucho más reflexivos, más pensados e intencionados. Lo que a la pintora de Nueva Jersey le interesan ahora son los umbrales, las puertas, los pasillos, los huecos de escalera, las habitaciones vacías con un gran ventanal al fondo, tomado como foco de luz que lo inunda todo pero con una sensación fría, despojada, entre paredes blancas que ya no parecen querer dar cobijo a nadie. Dixon muestra preocupación por el detalle, por el suelo de damero, por ese teléfono que va a sonar inútilmente, pero a lo que dedica mayor atención es a los efectos luminosos, a esa luz frontal que molesta a los ojos o a ese rayo solar que penetra de soslayo y rebota en el tabique, las contraventanas entreabiertas o los aparadores en medio del pasillo. A veces la representación fiel es perturbada por un efecto vorticista, en otras la mirada se detiene en huéspedes sorprendidos en su intimidad o se dirige al exterior, con una incidencia en el vacío que recuerda a la poética hopperiana y a su constatación metafísica de la soledad.